El violento oficio de escribir

El violento oficio de escribir

Author:RODOLFO WALSH
Language: es
Format: mobi
Published: 2008-04-17T22:00:00+00:00


EL TESTIGO

La reserva, el distanciamiento de Quiroga, pueden rastrearse en los personajes en que él mismo se retrató. Orgaz hablaba poco y escuchaba con atención insolente. En el pueblo no se le quería. Una "barrera de hielo" lo separaba de "los gentiles hombres de yerbas". Entre Moran, el personaje de Pasado amor, y los pobladores de Iviraromí (San Ignacio) hay también una "sima insalvable". Subercasaux (El Desierto) no podía conseguir sirvienta porque su laconismo "exasperaba y cansaba a las muchachas".

Quiroga, ciertamente, tuvo amigos-personajes: una extraña junta de fracasados, románticos, mutilados, aventureros. Son los desterrados, los destiladores de naranjas, los fabricantes de carbón, "los pobladores con alguna cultura de Iviraromí: diecisiete en total", los diecisiete jugadores de ajedrez, separados de los otros, de los "analfabetos de rapiña" (dice duramente), ocupados en amontonar tierras, riquezas y aristocracia pueblerina.

Aquellos fracasados geniales eran el fermento intelectual de una sociedad que experimentaba la transformación más extraordinaria que haya ocurrido en una provincia argentina. Baste recordar los 50.000 habitantes de 1914 convertidos en los 450.000 de hoy: las mil toneladas de yerba que la provincia producía, multiplicadas por cien antes de 1937; los míseros barriles en que el alucinado doctor Else pretendía destilar naranjas, prefigurando la planta de la Citrex que en 1967 exporta 600.000 dólares en jugos cítricos.

Sobre la violencia primitiva se asentó un orden; detrás de los pioneros, los pacíficos burgueses; los hijos no quieren reconocer en la iconografía familiar los retratos llameantes de los padres; y algunos de los sobrevivientes prefieren contemplarse retocados con pincel eléctrico en un marco bombé y doré...

- Sí —admite Pablo van der Thorpe, secretario de la municipalidad—, papá y Quiroga eran íntimos amigos. En una novela, no sé cuál, creo que lo nombra.

Habla de "Van Houten", que es un cuento. Y Pablo van der Thorpe es hoy propiamente Lo-que-queda-de-Van-Houten, así llamado (el padre) porque "le faltaba un ojo, una oreja y tres dedos de la mano derecha".

Situado en el centro de ese formidable cambio, convertido él mismo en misionero, Quiroga tomó partido por lo que espiritualmente era el elemento transformador, pero socialmente no rozaba los niveles del prestigio: individuos consagrados al alcohol, la invención, la nostalgia. Han desaparecido, sobre todo en San Ignacio, y la actual sociedad ignaciana repudia sigilosamente la imagen y al autor.

Esa es una de las dimensiones del vacío. Hay otra.



Download



Copyright Disclaimer:
This site does not store any files on its server. We only index and link to content provided by other sites. Please contact the content providers to delete copyright contents if any and email us, we'll remove relevant links or contents immediately.