Los cinco 09 - Los cinco frente a la aventura by Blyton Enid

Los cinco 09 - Los cinco frente a la aventura by Blyton Enid

Author:Blyton, Enid [Blyton, Enid]
Format: epub
Tags: Desconocido
Publisher: Desconocido
Published: 2009-12-28T22:11:28+00:00


Había entrado para enterarse de lo que ocurría y le agradaba pensar que Jo pudiese averiguar dónde hallaba su prima sólo con husmear, como lo hacía Tim. —No, no puedo —respondió Jo—. Simplemente conozco el camino. Pero yo no voy por la carretera. Es demasiado largo. Siempre voy por el camino más corto.

—¿Y cómo sabes que es el camino más corto? —se interesó Ana. Jo encogió sus delgados hombros. Toda aquella historia le molestaba.

—¿Dónde está el otro chico? —preguntó—. ¿No va a venir con nosotras? Me gustaría verlo.

—Está loca por Dick —comentó Juana, empezando a fregar la cazuela—. ¡Mírale, aquí viene! ¡Puedes lamerle las botas si lo deseas, Jo!

—¡Hola, Jo! —saludó Dick con una amable sonrisa—. ¿Nos vas a acompañar?

—Mejor será que vayamos de noche —propuso ella mirando a Dick.

—¡Oh, no! —respondió éste—. ¡Iremos ahora mismo! No vamos a estar aplazándolo así. Ahora, Jo, ¡ahora mismo!

—Si papá nos ve llegar se pondrá hecho una furia —rechazó la niña con obstinación.

—Está bien —dijo Dick mirando a Julián—. Iremos nosotros solos. Ya hemos localizado el bosque del Cuervo en el mapa. Podremos llegar allí fácilmente por nuestra cuenta.

—¡Bah! —exclamó Jo con aspereza—. Quizá podáis llegar allí fácilmente como dices, pero el bosque del Cuervo es un lugar muy grande y... nadie más que papá y yo sabemos dónde solemos ocultar el carromato. Y si papá quiere tener a Jorge segura la meterá en el hoyo que está oculto en medio del bosque, ¿sabéis? No podéis ir sin mí.

—De acuerdo. Entonces haremos que la policía nos conduzca —repuso Julián con desenfado—. Nos ayudarán a rastrear el bosque de punta a punta. Pronto hallaremos a Jorge.

—¡No! —gritó Jo muy asustada—. Habéis dicho que no lo haríais. ¡Lo habéis prometido!

—También tú nos habías prometido algo —le recordó Julián—. Fue un trato. Sin embargo, veo que no se puede confiar en ti. Voy a coger mi bicicleta y me iré al puesto de policía.

Antes de que pudiese salir, la chiquilla se lanzó sobre él y se colgó de su brazo como un gato.

—¡No! ¡No! Yo os conduciré... ¡cumpliré mi palabra! ¡Pero que conste que sería muchísimo mejor ir de noche!

—No pienso aplazar más las cosas —resolvió Julián desasiéndose de Jo—. Si es verdad lo que dices, nos vas a acompañar ahora mismo. ¡Decídete!

—Iré —afirmó Jo.

—¿No sería mejor que le diésemos antes otros pantalones o algo con que vestirse? —intervino Ana advirtiendo que la niña presentaba un gran agujero en sus raídos pantalones—. No puede salir así. ¡Y mirad qué viejo es su jersey! Está lleno de boquetes...

Los chicos la miraron,

—Olería mejor si llevase ropa limpia —asintió Juana—. Tengo unos pantalones viejos de Jorge que lavé y remendé la semana pasada. Podría ponérselos. Y también hay una camisa muy usada que no le vendría mal.

Al cabo de cinco minutos, Jo, muy satisfecha, se había puesto los viejos pantalones de Jorgina, muy limpios, aunque bastante remendados, y una camisa igual a la que llevaba Ana. Ésta la miró y se rió.

—¡Ahora aún se parece más a Jorgel Podrían ser hermanas.



Download



Copyright Disclaimer:
This site does not store any files on its server. We only index and link to content provided by other sites. Please contact the content providers to delete copyright contents if any and email us, we'll remove relevant links or contents immediately.